Miguel Badillo / Contralínea
El pago de ominosas y elevadas pensiones para políticos y economistas
que han engrosados las filas del Banco de México –que superan
ampliamente los montos otorgados en todo el sector público mexicano– son
sólo la punta de un iceberg de claros conflictos de abusos, de falta de transparencia y nula rendición de cuentas.
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