Hubo un tiempo en que
si uno andaba por ahí gritando “el fin está cerca” le tildaban de chiflado, alguien
a quien no se podía tomar en serio. Hoy día, sin embargo, todas las personas de
bien van por ahí advirtiendo del desastre que se avecina. De hecho, uno tiene
prácticamente que sumarse a las fantasías del apocalipsis fiscal para que lo
consideren respetable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario