miércoles, 27 de marzo de 2013

BERLÍN PRESIONA PARA ACELERAR LAS QUITAS EN FUTURAS CRISIS BANCARIAS

Alemania quiere adelantar el marco legal de 2018 a 2015




¿Puede quebrar un banco? ¿Debe rescatarse siempre cualquier entidad financiera con dinero público? Esas cuestiones planean sobre la política económica internacional desde la bancarrota de Lehman Brothers. Y han cobrado actualidad de nuevo tras la crisis de Chipre, resuelta con un rescate en el que se deja quebrar un banco y se imponen pérdidas a los accionistas, los poseedores de todo tipo deuda (incluida la de máxima calidad, intocable hasta ahora) e incluso los depositantes de más de 100.000 euros, después de haber flirteado con castigar también a los de menos de 100.000 euros, asegurados —en teoría— a prueba de bombas. La UE trabaja en una nueva caja de herramientas para lidiar con futuras crisis bancarias sin recurrir solamente a los contribuyentes en esa misma línea, aunque con un horizonte relativamente lejano. Pero los países más fuertes, encabezados por Alemania, han conseguido que Chipre sea la demostración de que ese será, más temprano que tarde, el modelo a seguir. Tras las controvertidas declaraciones del presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, que apuntan en ese sentido, fuentes europeas explican que Berlín, junto con Gobiernos como el holandés, presiona para acelerar todo lo posible esa fórmula para resolver crisis financieras.

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