- Los negociadores intentan acordar un compromiso de mínimos sobre proteccionismo y cambio climático en el comunicado final
Pocas reuniones del G20 han resultado más complicadas desde la crisis financiera de 2008 que la que hoy y mañana tendrá lugar en Osaka, Japón, y el presidente de EE UU, Donald Trump, tiene mucho que ver en ello. Al enfrentamiento comercial de Washington con China, Japón y otros aliados, se suman las crecientes tensiones con Irán y su particular batalla contra la inmigración. En un intento de complacer al mandatario, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, busca rebajar los compromisos medioambientales y las críticas al proteccionismo del comunicado final. La negociación no se presenta sencilla.
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