- Christine Lagarde advierte de que el crecimiento global es vulnerable y la ralentización es más pronunciada de lo que se anticipaba
La economía global pierde ímpetu. Es algo que se reflejará en las previsiones que publicará la próxima semana el Fondo Monetario Internacional (FMI). El mundo, que hace solo dos años crecía más acompasado que nunca, se enfrenta ahora a una desaceleración sincronizada. Esta moderación, como ya advirtió la Reserva Federal estadounidense al poner en modo pausa el alza de tipos, es más pronunciada de lo que se anticipaba y crea nerviosismo. Christine Lagarde, directora del FMI, ha dejado claro este martes, en todo caso, que no anticipa una recesión global a corto plazo aunque advierte de que el crecimiento es “vulnerable”.
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