Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Por segundo día consecutivo, el canciller Marcelo Ebrard cuestionó la legalidad y limpieza del proceso interno de Morena. Del rechazo al "dedazo" como el único elector de Morena, a las acusaciones de "cargada" de gobernadores morenistas a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la corcholata Marcelo subió el tono de sus advertencias de que sin un proceso de piso parejo e imparcialidad de la dirigencia nacional que hará la encuesta para definir al candidato presidencial, no se garantiza la unidad del movimiento lopezobradorista. Marcelo se mofó del apoyo descarado de varios mandatarios estatales de Morena a Sheinbaum y les recomendó que "si quieres ser coordinador de campaña, pide licencia. Se vale, pero hay que irse".
Puso como ejemplo el caso de quien fuera su subsecretaria en Relaciones Exteriores, hasta hace unas semanas. "Martha Delgado me dijo: yo quiero coordinar tu campaña, no se puede aquí, me voy, perfecto, eso se vale. Lo que no se vale es que quieran las dos cachuchas". Previamente, el domingo en Oaxaca, donde el apoyo del gobernador Salomón Jara fue abierto y acompañó a Sheinbaum en todos sus eventos, mientras a él ni la bienvenida le dio, el canciller fue contundente en que "el pueblo es quien tiene que elegir a quien sigue, no el dedazo", en una elevación del tono en su mensaje para exigir que Morena defina reglas claras para la contienda interna, en cuanto pasen las elecciones del Estado de México y Coahuila.
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