Lo más destacable de los 12 meses que han trascurrido desde la revolución ciudadana del 1º de julio de 2018 es, por un lado, la absoluta congruencia de Andrés Manuel López Obrador y, por el otro, la estabilidad política y económica que se vive en el país.
Primero, López Obrador ha ido cumpliendo con cada uno de sus compromisos de campaña sin variar un ápice su proyecto inicial. Lo normal es que la victoria y el poder transformen a los seres humanos. La realidad se ve diferente desde las alturas y los mareos pueden ser fuertes y profundos. El borracho y el cantinero tienen perspectivas distintas y siempre hay tentaciones para abusar de los cargos gubernamentales.
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