- ¿Tendrá suite en Almoloya?
Todo indica que al impresentable Carlos Romero Deschamps de nada le sirvió su graciosa huida –algunos dicen que salió a gatas– del restaurante en que aprehendieron al abogánster Juan Collado, cuando ambos compartían el pan y la sal. Sin embargo, lo que sí le resultó útil, como siempre, fue la enorme arca del sindicato petrolero –de la que dispone a discreción desde hace años– y sus excelentes amigos del Poder Judicial (con la mafia del poder de la cual forma parte), pues de inmediato lo ampararon.
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