Mario Maldonado - El Universal
Pocas personas del gabinete de Enrique Peña Nieto se atrevían a contravenir a Luis Videgaray. Aún en la parte final del sexenio, desde su cargo como canciller, Videgaray era un hombre respetado y sus opiniones seguían pesando más que las de cualquier otro en el equipo cercano al expresidente.
El supersecretario no solo tenía mucha injerencia en las decisiones que tomaba Enrique Peña Nieto, sino que pudo posicionar en buena parte del gabinete a personas de su entera confianza, particularmente en la Secretaría de Hacienda.
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