El cambio tributario favorece a personas con empleo, no a las más necesitadas
La reforma fiscal de 2014 supondrá una pérdida de recaudación de 9.000
millones de euros, que se distribuirán entre todas las personas
actualmente contribuyentes para “aumentar su renta disponible”. Un
aumento generalizado, y por tanto pequeño, que no cambiará la vida de
las personas actualmente contribuyentes, pero que sí supondrá una merma
en los recursos disponibles para atender a las personas que más lo
necesitan: familias sin ningún ingreso, personas dependientes que ahora
no acceden a los servicios públicos, personas sin atención sanitaria,
criaturas sin acceso a una escuela de educación infantil, etc
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