David Ibarra / El Universal
Con la apertura de los mercados externos y la renuncia a la política
industrial, el grueso de las cadenas productivas quedó resquebrajado.
Como consecuencia, la contribución del sector manufacturero al producto
deja de crecer, se estanca —desde comienzos de los años 90— alrededor de
20% y luego declina hasta ubicarse alrededor de 17%-18% y otro tanto
ocurre con el empleo manufacturero: se contrae de 19% a 15% de la
población ocupada entre 2000 y 2011. El efecto recesionista neto en la
ocupación debió ser mayor por el desmembramiento intraindustrial y su
impacto en reducir el multiplicador de puestos indirectos de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario