Carlos Ramírez - El Independiente
A partir de una mala lectura de las tesis geopolíticas imperiales del estratega Henry Kissinger, el presidente López Obrador diseñó un principio diplomático que aplicó de principio a fin y que le heredó a su sucesora: la política exterior es una buena política interior; pero en realidad, Kissinger se refería no a las políticas como tales sino a los intereses internos estadounidenses como dominantes en la geopolítica internacional.
En su viaje a Canadá para asistir a la reunión del poderoso Grupo de los 7 y sin la presencia estabilizadora de Rusia y China, la presidenta mexicana mostró que sigue dominada por la política interior: viajó en línea comercial que duplicó su tiempo en el aire y llegó tarde a la reunión y cuando ya Trump había abandonado el país. Y en su participación en una reunión con otros jefes de Estado, presentó como temas mundiales en un momento delicadísimo de la paz internacional los temas prioritarios para la agenda interna de México: bienestar social y migrantes mexicanos legales e ilegales involucrados en disturbios en Los Ángeles y confrontados de manera violenta con las autoridades.

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