domingo, 11 de agosto de 2024

EL ESTILO PERSONAL, LÓPEZ OBRADOR Y SHEINBAUM

  • En fin, quizá no esté del todo claro el estilo de gobernar que tendrá la Presidenta. Pero todas las señales indican que será muy distinto al de su antecesor.

Jorge Zepeda Patterson - Sin Embargo

AMLO y Sheinbaum, durante una de sus giras en la etapa de transición de poderes. Foto: Cuartoscuro

Las convicciones pueden ser las mismas o muy similares entre el Presidente que se va y la Presidenta que llega. Uno es el líder del movimiento que fundaron juntos, la otra la segunda en importancia y sucesora por derecho propio. Pero los estilos personales de gobernar son notoriamente distintos. Y no es poca cosa para los destinos de un país, como tuvo a bien mostrar Daniel Cosío Villegas, hace ya muchas décadas. ¿Cuánto pesarán tales diferencias? Probablemente mucho.

Si el hombre o la mujer es “su circunstancia”, como decía Ortega y Gasset, hablaríamos de realidades muy distintas. López Obrador procede del Tabasco rural, de un medio con fuerte influencia campirana y tradicional, en el que la política giraba en torno al PRI, una vida transcurrida en la oposición con frecuencia victimizado por el sistema. Sheinbaum proviene de un entorno intelectual universitario de clase media, cosmopolita, moderno y esencialmente urbano, y el referente político en el que creció fue la izquierda y la crítica al PRI. El motor de ambos es la lucha por una sociedad más justa para los marginados y dejados atrás, pero con matices importantes. La agenda de López Obrador privilegia esencialmente los agravios de ese México profundo, las urgencias de los sectores populares. La agenda de Sheinbaum incorpora las reivindicaciones de una izquierda más moderna, que incluye también a los otros marginados, los temas de género, el medio ambiente. Otra vez, no son excluyentes, pero sí hay notorios énfasis.

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