- La orden religiosa condena la actuación del Ejército después de que EL PAÍS destapara que las Fuerzas Armadas seguían los pasos de El Chueco, el principal sospechoso del asesinato de dos sacerdotes en Chihuahua, dos años antes del crimen
Elías Camhaji - El País
Una mujer carga un retrato de Javier Campos, uno de los sacerdotes jesuitas asesinados en Cerocahui (Chihuahua), el pasado 20 de junio. CHRISTIAN CHAVEZ (AP)Los jesuitas han hecho pública su indignación ante las últimas revelaciones de Los Papeles de la Sedena sobre el papel del Ejército en las investigaciones para aclarar el asesinato de dos sacerdotes de la orden en Cerocahui, en el Estado mexicano de Chihuahua, en junio pasado. Un reportaje de EL PAÍS destapó que las Fuerzas Armadas conocían desde al menos dos años antes de la tragedia prácticamente todo sobre el imperio criminal de José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, el principal sospechoso de los homicidios: las alianzas de su gente con el Cartel de Sinaloa, el régimen de terror que impuso a la población y cómo operaba su grupo delincuencial para matar y desaparecer a rivales y civiles. “El Estado mexicano identificó, con antelación, las actividades delictivas en la sierra Tarahumara de quien a la postre perpetraría el homicidio de nuestros hermanos Joaquín Mora y Javier Campos, mismo que a más de cien días sigue impune”, señala la Compañía de Jesús en un comunicado publicado este lunes. “De haberse actuado en consecuencia, la tragedia probablemente se hubiera evitado”, se agrega.
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