- La masiva filtración de correos de la Sedena revela cómo las Fuerzas Armadas y la Embajada estadounidense intercambian información táctica para frenar el tráfico de drogas sintéticas
Elías Camhaji - México - El País
Evento 1. Uno de los narcotraficantes está molesto. El cocinero de uno de sus subalternos está hablando de más y haciendo demasiados comentarios sobre las operaciones que el jefe está supervisando. “¿Cómo se atreve un pinche cocinero a opinar de lo que yo hago?”, reclama. En el parte sobre las escuchas, el analista de inteligencia anota que “cocinero” es como se le llama a los encargados de preparar la droga sintética, ya sea fentanilo o metanfetamina. El lugarteniente sigue con la reprimenda: “Tienes que estar atento a todo lo que pasa en tu área. ¿Pasaste el reporte que te mandé? ¿Te imaginas qué le voy a decir al jefe si me llama y le digo que no tengo una actualización de lo que está pasando?”. En medio del regaño, el subordinado le dice que hay que tener cuidado porque los militares están en la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario