- La jefa de Gobierno se limitó a señalar el hecho como un ‘incidente’ que ha dejado 26 muertos
Los accidentes del Metro no han sido aislados, pese a eso no se ha hecho nada al respecto. La Línea 12 ya había sido clausurada en el pasado. Especial / El Diario
Dos trenes vencidos, formando una “V”, un pico enclavado entre varillas, acero retorcido y concreto demolido, eran la estampa que poco después de la 22:30 horas del lunes 3 inundaron las redes sociales y reflejaron el desastre en la Línea 12 del Metro entre las estaciones Olivos y Tezonco, en la alcaldía Tláhuac, una de las más pobres de la Ciudad de México.
El “incidente”, vocablo empleado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para verbalizar la tragedia desde sus primeras comunicaciones, presagiaba un saldo letal que, hasta la última actualización era de 26 muertos y casi 80 heridos.
Con ese saldo, el desplome del paso elevado del tren se convirtió en el segundo accidente de mayor gravedad en la historia del Sistema de Transporte Colectivo, sólo superado por el choque de octubre de 1975; pero ante todo, en el tercero y más grave de los tres siniestros que en menos de 14 meses ha registrado el Metro capitalino.

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