Guillermo Knochenhauer - El Financiero
Por supuesto que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene adversarios, y muy poderosos, a quienes desde el primer momento les quiso dejar en claro que el poder político, el que supuestamente ve por el bien común, debía estar por encima del poder económico que se había acostumbrado a moldear normas y decisiones del Estado a su antojo.
Ese primer acto reivindicativo fue la insignificante (mientras más ridícula mejor) consulta popular que le “mandó” al ejecutivo cancelar el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México. Los destinatarios del mensaje advirtieron de inmediato el daño a la confianza empresarial en el gobierno.
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