- La soberanía nacional no reside en producir gasolinas y la seguridad energética pasa hoy por el aprovechamiento del enorme potencial de energías limpias
Marcha atrás a la reforma energética es la señal que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha enviado al nombrar a férreos opositores a ésta en su futuro gobierno. Las políticas anunciadas atienden promesas de campaña que sirvieron para avivar el fuego contra el candidato oficial o evocan legajos de antaño. La carga ideológica niega un balance imparcial del nuevo marco jurídico; la ausencia de análisis metódico impide a sus detractores reconocer que el modelo energético vigente genera condiciones propicias a la transformación que anhelan.
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