- La mediación de la Iglesia ha logrado que organizaciones internacionales de derechos humanos entren en Nicaragua para documentar el nivel de violencia
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha subido el tono contra la Conferencia Episcopal de Nicaragua. El mandatario ha arremetido contra los obispos, a los que ha llamado golpistas y a quienes quiere expulsar de la mesa de diálogo que trata de negociar una salida a la crisis política que vive el país centroamericano, que ha dejado más de 300 muertos desde abril. El sábado, decenas de miles de personas salieron a la calle en apoyo a la actuación de la Iglesia católica, cada vez más crítica con Ortega y a la que este había pedido su mediación.
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