- La represión política, el suministro de armas a civiles y una población fustigada por la necesidad permiten al régimen resistir en medio de una catástrofe social
Todos en Venezuela pronuncian la palabra “cambio”. Esa necesidad, que unos entienden como el fin del régimen de Nicolás Maduro y otros como simple giro en la economía, está detrás de cada esquina, en un mercado de Caracas, en la cola de un banco, en las camionetas con remolques abarrotados que, a falta de autobuses, llevan a los trabajadores a casa. Pero el cambio nunca llega.}
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