- El presidente afirma que si la compañía de motos traslada parte de la producción de EE UU, "será el principio de fin"
Donald Trump está enfurecido con Harley-Davidson y no lo oculta. El icónico fabricante de motocicletas acaba de convertirse en el perfecto ejemplo de los problemas que crea la política proteccionista del presidente republicano, que amenaza ahora a la compañía aplicarle severos impuestos tras su decisión de trasladar parte de la producción fuera de Estados Unidos para evitar el arancel de la Unión Europea. Y auguró una revuelta pública entre sus clientes y empleados que dañará su negocio. "Si se van será el principio del fin", vaticinó.
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