- Los apuros de Erdogan demuestran que, para los mercados, no importa quién manda hasta que importa
Un líder antisistema se hace con el poder tras unas elecciones polémicas. Su Gobierno demuestra enseguida que es extraordinariamente corrupto; pero él desbarata el sistema judicial y logra no solo suprimir las investigaciones sobre su corrupción —sus defensores lo tachan todo de "caza de brujas"— sino también consolidar su dominio y debilitar las instituciones (el "Estado profundo") que podrían haber limitado su poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario