Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Revisemos el patrón del presidente Enrique Peña Nieto en la selección de candidatos del PRI a las gubernaturas de Nuevo León, Ivonne Álvarez; Tamaulipas, Baltazar Hinojosa, y Chihuahua, Enrique Serrano. Todos ellos punteaban en las preferencias electorales, y todos perdieron. En Nayarit, Manuel Cota, puntero en las encuestas, fue abanderado del PRI, y Alfredo del Mazo, en el Estado de México. Cota perdió y Del Mazo, de no haber sido por la alianza que ayudó a su partido, también habría perdido. Otros candidatos del PRI, que también iban arriba en las encuestas, salieron avante de sus compromisos. La suerte de todos ellos tenía como común denominador que fueron candidatos por gracia del dedazo presidencial y que, sin importar contexto o antecedentes, atributos o lastres, iban arriba en las tendencias electorales. Peña Nieto se arropó en la herramienta estadística para hacer su decisión final.
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