- Un giro político en Francia o Italia puede bastar para desintegrar la UE
Tras nueve deprimentes años revisando a la baja sus propias proyecciones del PIB, los responsables de la política macroeconómica en todo el mundo no salen de su asombro: pese a una ola de tumulto político propulsada por los populistas, en 2017 el crecimiento global va camino de superar las expectativas.
No se trata de una excepción estadounidense. Si bien el crecimiento en EE UU es muy sólido, Europa está sobrepasando lo pronosticado aún con más fuerza. Incluso los mercados emergentes tienen buenas noticias: aunque están preparándose para el impacto de las inminentes subidas de tipos de la Reserva Federal estadounidense, el escenario al que deberán adaptarse es mucho mejor.
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