Dennise López - Sin Embargo
La privatización de las cárceles en el país, que inició en el Gobierno de Felipe Calderón, no es la solución para la crisis que se vive en los reclusorios de México. Defensores de los derechos humanos y organizaciones alertan sobre el empeoramiento de la situación si se deja en manos de particulares la responsabilidad de construir y administrar los penales.
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