Enrique Quintana / El Financiero
Quizás no haya trabajo más árido y a veces más ingrato que instrumentar las reformas estructurales.
Era otro tiempo cuando el tema era conseguir que se dieran los cambios constitucionales, o a veces los de carácter legal, para reconstruir el andamiaje jurídico del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario