Es uno de
los clichés más gastados del cine. El héroe somete a un enemigo y enfoca su
atención en otro, sólo para descubrir que el primero sigue vivo y empeñado en
su tarea destructora. Hace dos años el mundo rico creía que la recesión mundial
había terminado, abatida por una ola de estímulos monetarios y fiscales. Los
gobernantes se enfocaron en limpiar la deuda gubernamental que había quedado.
En 2011 y 2012 los déficits estructurales en todo el mundo rico se habrán
reducido en 0.75% del PIB, ritmo que se acentuará en 2013, según se prevé. Pero
el letargo económico no se ha ido; de hecho, la consolidación fiscal parece
haberlo profundizado.
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