Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Justo cuando la tormenta política y diplomática en la relación con Estados Unidos arrecia, el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum decidió reabrir el manoseado Caso Ayotzinapa, luego de su promesa a los padres de los 43 normalistas desaparecidos y a sus abogados de explorar una "nueva ruta" en las investigaciones en las que fracasaron los presidentes Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, que ninguno convenció sobre la veracidad y profundidad de sus indagatorias.
De la mano de la siempre alineada Fiscalía General de la República y su fiscal oficialista, Alejandro Gertz Manero, la Presidenta regresó a buscar la regateada verdad sobre el secuestro, desaparición y asesinato de los jóvenes estudiantes de la normal rural "Isidro Burgos", justo al origen en donde todo comenzó aquella noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Y en lo que algunos consideran un "distractor" para quitar la atención del golpeteo y asedio político y diplomático del gobierno de Trump a la administración mexicana, ayer comenzaron a ejecutarse nuevas órdenes de aprehensión en contra de personajes del ámbito estatal en aquellos hechos, que habrían alterado y torcido las pruebas y evidencias sobre lo que sucedió aquella fatídica noche cuando elementos de las policías municipales y estatales, con la omisión de policías federales y soldados y oficiales del Ejército mexicano, desaparecieron a los 43 normalistas.
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