- El presidente de Estados Unidos dinamita los acuerdos económicos con sus vecinos al imponer aranceles del 25% a las importaciones y lanza una dura advertencia al resto de la región
Donald Trump en Mar-a-Lago, Florida, el 18 de febrero. Foto: Kevin Lamarque | Vídeo: EPV
Carmen Morán Breña - Francesco Manetto - México - El País
Norteamérica encara una nueva era bajo el yugo de Donald Trump. Las inéditas medidas arancelarias decretadas por el presidente de Estados Unidos vienen a quebrar las relaciones que por más de 30 años han ido tejiendo los gobiernos estadounidenses con sus países vecinos, al norte y al sur de sus fronteras, pero lanza también una clara advertencia al resto de las naciones latinoamericanas. El gran golpe se lo asesta a México, gravando, a partir de este martes, con tasas de un 25% la exportación de su principal socio comercial, un país al que le unen estrechos lazos históricos que pasaron por traumas y fructuosas reconciliaciones. El otro gran perjudicado es Canadá, al que aplica el mismo castigo a las importaciones y que ya ha anunciado que responderá con aranceles recíprocos.
El magnate republicano ha declarado una suerte de autarquía económica para su pueblo y de subordinación política y humillación soberana para la región, que se asoma a un abismo desconocido. Trump se erige con soberbia mano en el mandatario implacable de todo un continente, al que estrangula con restricciones comerciales y con mensajes simbólicos, redenominando el golfo de México como golfo de América o amenazando con retomar la propiedad del canal de Panamá. El orden de todo el continente toma un nuevo rumbo.
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