- Los demócratas quedaron pasmados y hasta ahora no han hecho un diagnóstico profundo de lo que les pasó.
Enrique Quintana - El Financiero
La victoria de Donald Trump el pasado martes 5 de noviembre marca un hito en la historia.
Estados Unidos no volverá a ser el mismo y es probable que el mundo tampoco.
Dice el adagio que mientras que a la victoria le aparecen muchos progenitores, la derrota es huérfana.
Los demócratas quedaron pasmados y hasta ahora no han hecho un diagnóstico profundo de lo que les pasó.
En su discurso de reconocimiento del triunfo de Trump, la candidata perdedora, Kamala Harris, más bien agradeció los apoyos recibidos y habló del esfuerzo futuro para lograr el triunfo, pero no dijo por qué perdió.
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