- Los candidatos presidenciales lanzan un mensaje de unidad en su primer mitin conjunto en Filadelfia
Macarena Vidal Liy - Filadelfia - El País
El ambiente era festivo como el de una boda. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, acababan de darse el “sí, quiero” que les ha convertido este martes en pareja política para los próximos tres meses… o los próximos cuatro u ocho años. Y, tras la ceremonia —el anuncio de que la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata seleccionaba al antiguo profesor como el número dos de su fórmula—, el baile de celebración: un baño de multitudes, un mitin ante más de 14.000 personas según los organizadores, entregadas al dúo en Filadelfia (Pensilvania). Al son, el lema de la campaña: “¡Cuando luchamos, ganamos!”, el “¡vivan los novios!” de esta pareja electoral.
El público, tan variado como diverso, había esperado durante horas para poder entrar en el pabellón deportivo Liacouras, de la Universidad Temple, en Filadelfia. Madres con hijos adolescentes, jóvenes afroamericanas, jubilados latinos. Todos ellos con carteles, en azul, rojo y blanco, con los nombres de sus candidatos, y luces en las muñecas con los colores de la bandera estadounidense que se iluminaban con más intensidad cuanto más sonoros eran los gritos y los aplausos. Un público cargado de dinamismo, muy distinto en su energía del que acudía a los actos electorales, de aforo mucho más modesto y actitud casi resignada, del presidente Joe Biden antes de su renuncia.
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