- Aumenta la presión para la salida del Gobierno del primer ministro, Ariel Henry, que anunció elecciones para agosto de 2025
Pablo Ferri - México - El Paìs
El 29 de febrero, Alan manejaba su vehículo por la Route Delmas, en Puerto Príncipe, la capital de Haití, uno de los caminos habituales entre la parte alta y baja de la ciudad. Había ido a dejar a un cliente al aeropuerto y volvía a su zona de operación, cerca de Petionville, en la parte alta, barrio de embajadas y bancos. “Ahí, en Delmas”, explica por teléfono desde la capital haitiana, “empecé a ver que la situación se complicaba. Ya vi cuerpos tirados en el piso y todo”. Era el inicio de la última ola de violencia en Haití, que todavía no ha concluido.
Desde aquel día, bandas criminales de la capital han atacado indiscriminadamente contra todo lo que huela a Estado en Puerto Príncipe, con especial atención a las comisarías de la Policía Nacional ―los bandidos han arremetido al menos contra nueve―, su academia de cadetes, las cárceles, de las que han huido más de 3.500 presos, el estadio nacional Sylvio Cator y el aeropuerto internacional, que cerró y no ha vuelto a abrir

No hay comentarios:
Publicar un comentario