- El magnate neoyorquino ya puso patas arriba las relaciones de su país con el mundo en su primer mandato, de Rusia a China, de Europa a América Latina
Macarena Vidal Liy - Washington - El País
En 1997, un hombre que lo había sido todo en política exterior, el exconsejero de seguridad nacional de Estados Unidos Zbigniew Brzezinski, escribió ya jubilado un clásico de la geopolítica, The Grand Chessboard (”El Gran Tablero”). En él argumentaba que, para mantenerse como líder mundial, EE UU solo debía hacer tres cosas: reforzar sus vínculos con Europa a través de la OTAN; preservar sus bases militares en Asia para contener a China, e impedir que cualquier “entidad asertiva” como Pekín o Moscú ganaran influencia en las regiones clave de Oriente Próximo y Asia Central.
Las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en EE UU, que enfrentarán de nuevo al presidente Joe Biden y al candidato republicano Donald Trump, se perfilan a primera vista como una disyuntiva drástica: el demócrata ofrece seguir la receta de Brzezinski a pies juntillas. El republicano promete dinamitarla.

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