Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Con todas las reservas que se puedan tener sobre las encuestas que proliferan en los medios y que ubican a Claudia Sheinbaum en el primer lugar con diferencias de hasta 30 puntos o más sobre Xóchitl Gálvez, lo que no se puede dejar de ver con o sin esos sondeos, es que la virtual candidata del Frente Amplio por México, que tuvo un ascenso meteórico en los sondeos y arrancó con una gran fuerza generando muchas expectativas en un sector de la población y los votantes mexicanos, parece haber frenado su crecimiento y haber perdido su empuje inicial, sin que se advierta en torno a ella ni estrategia ni estructura que la estén ayudando a subir.
Mientras a Sheinbaum se le ve recorrer la República con eventos perfectamente organizados y arropada por la estructura y el cobijo de los 23 gobernadores de Morena, en los que la virtual candidata presidencial de Morena se luce —aun con su discurso monótono y su poco carisma—, a Xóchitl Gálvez se le ve cada vez más sola, sin una estructura partidista que la impulse, ni del PAN ni del PRI y sin tener un equipo definido más allá de la criticada coordinación de campaña con Santiago Creel, con supuestos voceros que ella anuncia y ellos lo rechazan públicamente y sobre todo sin una estrategia clara y puntual que la haga transitar de la historia de la niña indígena que rechazó la violencia y salió adelante vendiendo gelatinas y estudiando ingeniería, a la candidata que proponga y convenza a los mexicanos de que ella es la opción para derrotar a Morena.
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