Por Maribel Ramírez Coronel - El Economista
Con el Insabi no se logró la centralización de la salud buscada por la Cuarta Transformación, y luego de 3 años sin resultados, ese organismo mejor terminó desapareciendo. En el último año del sexenio, el Gobierno de la 4T va por un segundo intento para conseguir, ahora sí, un sistema de salud centralizado que aspira a cubrir y atender a los mexicanos sin seguridad social controlando los recursos desde el Centro.
El punto es que no logró convencer a los 32 gobernadores de la República. Como cada gobierno estatal es autónomo, cada uno evaluó, y al final sólo fueron 23 entidades de la República las que accedieron a firmar el convenio de adhesión. Ello significa, conforme el anuncio oficial de la semana pasada, que sumarán un total de 53.2 millones de mexicanos atendidos con el nuevo sistema de salud federalizado para no derechohabientes integrado en el Organismo Público Descentralizado (OPD) IMSS-Bienestar.
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