- Ninguna de las firmas que propuso Ebrard quedó entre las cuatro seleccionadas para hacer las “encuestas espejo” requeridas por Morena para definir su candidatura presidencial
Zedryk Raziel - México - El País
Los conflictos y reclamos que han venido arrastrando los aspirantes presidenciales de Morena afloraron en la reunión de la noche del jueves en la que el partido eligió a las casas encuestadoras que acompañarán su proceso interno de definición de la candidatura. El resultado de las negociaciones ya es conocido: la representante del exsecretario de Exteriores Marcelo Ebrard, la senadora Malú Micher, decidió no suscribir el acuerdo en el que fueron plasmados los nombres de las cuatro firmas seleccionadas para efectuar las “encuestas espejo”. Pero, para llegar a ese punto de ruptura, tuvo que transcurrir un jaloneo en la mesa de negociación en el que hubo acusaciones de pactos entre algunos aspirantes y reclamos hacia la dirigencia morenista por no excluir a algunas empresas demoscópicas cuestionadas por los aspirantes. EL PAÍS ha reconstruido aspectos de la tensa reunión a través de dos representantes de las corcholatas presentes en la mesa.

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