Luis Hernández Navarro - Periódico La Jornada
Un rayo en la oscuridad del neoliberalismo salinista iluminó al México de abajo en la noche del 31 de diciembre de 1993. Al sonar el tambor del alba, decenas miles de indígenas zapatistas ocuparon militarmente las cabeceras municipales de las principales ciudades de los Altos y la selva de Chiapas.
Formado el 17 de noviembre de 1983, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) creció durante años en silencio, bajo la hierba, hasta que llegó el momento de levantarse en armas. La contrarreforma al artículo 27 constitucional izó la bandera blanca del reparto agrario y la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte convirtió al país en Maquilatitlán; no les dejaban alternativas en el horizonte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario