Por Luis Miguel González - El Economista
Hacer pronósticos es difícil, sobre todo cuando se trata del futuro, decía el gran Yogi Berra, a quien algunos recuerdan como beisbolista. A fines del 2019, nadie anticipaba la pandemia y las proyecciones sobre cómo nos iría en el 2020 eran moderadamente optimistas. La economía mexicana iba a crecer 2%, según Hacienda. Los análisis independientes ponían el PIB en un rango de 1 a 2 por ciento. Terminó cayendo 8.5 por ciento.
A fines de 2021, muy pocos veían venir la invasión de Rusia a Ucrania. Para el 2022, Hacienda proyectaba un crecimiento de 3.4%, muy por encima del consenso de los expertos donde predominaban los números alrededor de 2.5 por ciento. Lo más probable es que el resultado final sea más o menos la mitad de eso, 1.7 por ciento.
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