Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Ayer por la tarde, en el auditorio Plutarco Elías Calles, de la sede nacional priista, comenzó un ejercicio que, titulado oficialmente "Diálogos por México", pretende convertirse en una suerte de pasarela de "presidenciables del PRI", aquellos militantes tricolores que, legítimamente, pero también con cierta ingenuidad, aspiran a ser los candidatos de un partido que hoy no tiene ninguna posibilidad de ganar la Presidencia de la República solo y que, por ahora, se ha quedado también sin aliados que lo respalden, luego de que sus dirigentes nacionales traicionaran a la alianza Va por México con el PAN y el PRD.
Por eso en el evento de ayer, en Insurgentes Norte, había más de nostalgia del pasado que de posibilidades de futuro. Y no es que Beatriz Paredes Rangel, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo y José Angel Gurría, no tengan –todos y cada uno de ellos– las trayectorias, la experiencia y los méritos para aspirar a una nominación presidencial. Los cuatro han ocupado posiciones de la mayor relevancia, tanto a nivel de secretarías de Estado, como de diputados, senadores o incluso secretario general de un organismo internacional como la OCDE. El problema en estos momentos en el PRI no es la caballada, que pudiera parecer robusta y preparada, el problema es el establo, que está desprestigiado, dividido y fracturado, desvencijado y devaluado por la sangría de Morena.
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