José Luis de la Cruz - El Sol de México
México deberá corregir los desequilibrios que sus cuentas externas exhiben si quiere evitar el costo que implicará la recesión europea, la desaceleración de Estados Unidos y el cambio estructural que será visible en 2023.
Ante la debilidad del mercado interno, las exportaciones de manufactura fueron un factor de crecimiento, pero ello terminará con contracción esperada para los principales socios económicos de México.
Un ejemplo de la magnitud de las correcciones globales que ya ocurren es la caída del euro y la libra esterlina: las monedas se han depreciado ante el aumento del déficit comercial de la región y el colapso de la industria alemana, francesa y británica. Europa no puede financiar sus importaciones porque no tiene energéticos para producir o los costos son prohibitivos. El aumento en las tasas de interés no ayudará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario