Silvia Ribeiro* - Periódico La Jornada
El 3 de octubre, el gobierno mexicano concedió a 15 grandes empresas de producción y distribución de alimentos –varias trasnacionales, incluso la empresa más grande del mundo, el supermercado Walmart– una licencia única y universal que las exime de todo trámite requerido para garantizar la salud, inocuidad y otros aspectos sanitarios en la importación de insumos para procesar y distribuir alimentos. También las eximió del impuesto general de importación (https://tinyurl.com/2tp2sjmu).
Según el gobierno, esta medida sería para controlar el aumento de los precios de los alimentos. Como aclararon las propias empresas, no para reducir, sino para controlar los precios. Precios que las empresas ya habían subido antes de este acuerdo. Brutal paradoja que se premie y exima de mínimas regulaciones de salud a empresas de los ramos industriales directamente vinculados al aumento artificial y especulativo de los precios de los alimentos y al origen de las crisis de salud y las pandemias.
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