Carlos Ramírez - Indicador Político
Apenas está comenzando el año 2022 y las expectativas del marco macroeconómico oficial han quedado fuera de rango racional. Pero el problema no radica en la oscilación de las cifras del crecimiento en una situación de emergencia pandémica, sino en la falta de una estrategia integral de reactivación de la economía productiva que debiera ser pactada con el sector privado y con el sector laboral.
La meta de PIB de los Criterios Generales de Política Económica para 2022 fue fijada en una media de 4.1%, con rangos de 3.6% a 4.6%. La Comisión Económica para América Latina, no obstante, acaba de echar un balde de agua fría a estas expectativas al situar el crecimiento económico de este año en un techo de 2.9%, menor al nivel bajo de 3.6% estimado en el sector oficial.
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