Layda Negrete - El Siglo de Torreón
México ha padecido altos grados de violencia urbana por más de tres décadas. Curiosamente, la mayor parte de esta larga crisis la hemos vivido a ciegas, sin información básica sobre el crimen y su combate. Por ejemplo, en 1997, cuando los episodios de secuestro capturaron la tranquilidad de todos los mexicanos, aún entonces, contábamos con escasos datos, de baja confiabilidad, dispersos y de difícil acceso.
Nos llevó muchos años, pero hoy ya contamos con un cuerpo de estadísticas sobre seguridad y justicia penal mucho más robusto. Este logro es atribuible, principalmente, a un grupo de funcionarios y funcionarias de carrera, con formación en ciencias y en políticas públicas. Se trata del personal que labora en el Inegi, dentro del Subsistema Nacional de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia. Así, el logro no es una gloria del pasado lejano; es un éxito que, año con año, mantienen las mismas personas que tuvieron la determinación de colmar el vacío que existía.
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