Carlos Ramírez - Indicador Político
El tono de las conferencias presidenciales en el tema de la prensa ha encontrado un referencial en casos como el del periodista de televisión Jorge Ramos. El tete-a-tete del lunes de esta semana no fue una lección de periodismo, sino una expresión del antiperiodismo: la prensa puede ser también intolerante ni tampoco constituirse en un tribunal inquisitorial de confrontación.
Una frase de Ramos pudiera tener una equivocada interpretación; dijo que la prensa es un contrapoder, es decir, un poder que enfrenta o contrapesa a otro poder. Pero hay de poderes a poderes: alguna vez el editor Rogelio Cárdenas Sarmiento afirmó que el poder de la prensa es como el humo: incómoda, molesta y a veces no deja respirar; sin embargo, carece de instrumentos coercitivos y se disuelve como el humo.
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