La alianza del partido oficialista, PT y el Partido Verde no alcanza la mayoría calificada que abre la puerta a reformas constitucionales, el objetivo de López Obrador en estos comicios
David Marcial Pérez - El País
Tres años después de la arrolladora ola que aupó de manera simultánea a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia y a Morena al Parlamento, el partido oficialista logra revalidar la victoria en el Congreso, pese una considerable pérdida de escaños. Esta vez, López Obrador no aparecía en las boletas electorales y el partido ha acusado no contar con el tirón de su líder, omnipresente en todo caso durante la campaña.
Morena se apunta una victoria a medias. Con el conteo rápido que ha anunciado el INE a las 11 de la noche, los 197 escaños de Morena en solitario −un caída del 20%− no alcanzan el umbral de la mayoría absoluta y necesitará pactar con sus socios electorales, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde, que juntos suman 279 escaños, un 10% menos que la representación actual. Amarrado el primer objetivo, la meta más ambiciosa y nudo central de las aspiraciones de López Obrador en estos comicios, ha naufragado: la mayoría calificada que abre la puerta a reformas constitucionales queda muy lejos, a 65 curules.
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