- Los informes de la Auditoría mexicana, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, revelan un complejo entramado de empresas que fagocitaron el dinero de la corporación
Pablo Ferri - México - El País
En la segunda mitad de 2018, dos proveedores de la Policía Federal mexicana desviaron cientos de millones de pesos de la corporación a una red de compañías en muchos casos inexistentes o sin actividad, según datos obtenidos por EL PAÍS y Univision. Los proveedores, Servicios Esrome y Comercializadora Dizoal, firmaron tres contratos por 774 millones de pesos —40 millones de dólares de entonces— con la Policía Federal para la adquisición de sistemas de monitoreo de redes sociales e intercepción de llamadas. Esrome y Dizoal debían usar el dinero para comprar los productos a firmas israelíes, pero en realidad mandaron casi todo —algo más de 768 millones de pesos— a otras empresas, que a su vez lo mandaron a otras compañías, la mayoría en México.

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