- O sea, está mucho en juego, y ello es una oportunidad de oro del Gobierno de López Obrador para ratificar su lucha contra la corrupción
Ernesto Hernández Norzagaray - Sin Embargo
“Y es que la fuerza de la Presidencia de la República radica no en estar metida en este tipo de escándalos, sino utilizar la ley, para responder a las expectativas de justicia que tienen decenas de millones de mexicanos”. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro
Una cosa parece clara: en el tema de los videoescándalos la acción del Gobierno obradorista provocó una reacción de quienes se sienten afectados con el manejo del caso Lozoya que, rompe si lo hubo, con cualquier pacto en la transición desde el Gobierno peñista.
Nada más, que si lo medimos en términos del daño que ocasiona de los videoescándalos basta comparar el efecto de un misil y el de una pistola calibre 22.
No hay comparación.
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