Carlos Ramírez - Indicador Político
El caso de Genaro García Luna –de comprobarse los cargos fincados por la fiscalía estadunidense– traería al debate mexicano la falta de controles de confianza del Estado sobre los altos funcionarios responsables de seguridad. Entre muchos otros, se debe recordar cuando menos cinco casos concretos:
1.- En diciembre de 1976 el presidente Lopez Portillo designó al comandante Arturo El Negro Durazo Moreno como jefe de la policía del DF y le dio, ante la molestia en el sector militar, el rango de general. Durazo tenía cargos de controlar el tráfico de drogas en el aeropuerto del DF como comandante de la Federal de Seguridad. Y durante su gestión, la policía capitalina se infectó de alianzas con el crimen organizado.
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