- Las políticas monetarias ya no dan más de sí y el BCE ruega a los Gobiernos que cojan el testigo a través de una mayor inversión
El Banco Central Europeo (BCE) ha disparado con toda su artillería para intentar reactivar la economía: más de 2,6 billones de euros de deuda comprada, tipos negativos que obligan a pagar por prestar y la promesa de que seguirán así tiempo. Y ni por esas. La política monetaria no consigue hacer despegar con fuerza el crecimiento. Conscientes de esta realidad, expertos e instituciones reclaman que la política fiscal sea más expansiva y tome el testigo de los bancos centrales a la hora de estabilizar la actividad. Una década después, los estímulos presupuestarios vuelven a ocupar el debate económico.
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