- Su máscara populista queda hecha añicos. Trump se desvela ahora como un rico que gobierna para ricos
“Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20). En democracia, los frutos de los políticos son los presupuestos: es allí donde las promesas electorales se convierten en realidad o en papel mojado.
Y los que Trump acaba de conseguir que pasen por las dos cámaras son de una obscenidad tal que no deberían poder leerlos los menores. Porque de hacerlo, esas infelices criaturas verían cómo el principal beneficiario de esa reforma fiscal es... el propio Trump, que ha introducido una rebaja del 39,6% al 29,6% en los impuestos que pagan los propietarios de oficinas destinadas al alquiler. ¿Recuerdan a qué se dedica Trump? A construir edificios de oficinas.
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